La Politica Como Subversión. Luis Mattini.
$300.00
1 disponibles
Compra usando Mercado Libre¿Cómo se explica que después de décadas de entusiasmos, sacrificios y confianza, aparentemente solo queden focos de «resistencia» en buena parte actuando más por inercia que por convicción? ¿Como se explica que la mayoría de aquellos que más entusiasmo y esfuerzos pusieron en la construcción de el llamado «socialismo real» sean los menos interesados en defenderlo?¿Hubo realmente «caída»? ¿O es simplemente readecuación de un sistema que nunca fue lo que dijo ser? Después de todo -si según el propio Marx- los hombres no son lo que creen ser sino lo que hacen,
las sociedades no son lo que ellas afirman de si mismas sino lo que hacen.
Muchos, aferrados a una esperanza que solo es expresión de deseos, piensan que esto es sólo una «impasse» dentro de esa larga lucha por la sociedad comunista. Hay que «esperar» que el propio desarrollo de las «fuerzas productivas» regeneren el «sujeto histórico» y mientras tanto «prepararse» para las futuras ofensivas revolucionarias.
Las herramientas que habíamos portado eran buenas pero hubo «desviaciones». Otros desarrollan la cómoda teoría de la «traición». La traición de Gorbachov, de Deng Xiao, Ping, de Menem o de quien sea. Otros más se autocritican de haber sido demasiado «izquierdistas», «no tuvimos suficientemente en cuenta la cuestión nacional». «Se nos paso la cosa de la democracia» y así por el estilo. Creo que el examen del pasado se hace a la luz del presente y para el presente. Pero al mismo tiempo estoy convencido que hemos cometido un solo pecado imperdonable: No haber sido ni ser suficientemente subversivos. La izquierda dejo de ser cuando hubo dejado de ser subversiva.
Con la crisis de la modernidad, con el cuestionamiento al progreso sin límites se abre la posibilidad de replantearnos el comunismo aquí y ahora. Lo revolucionario, lo subversivo, la radicalidad, ya no seria un medio para llegar al comunismo. Es una exigencia, un movimiento creador, un disparador de nuevas iniciativas de relaciones sociales subversivas al sistema aun en las entrañas del mismo. El fin estará en el medio y a su vez ningún medio será un fin en sí mismo. No se lucha por la libertad futura porque en la misma lucha está la libertad. De ahora en más la lucha carece de la garantía que nos dío el determinismo. Toda lucha es una apuesta y eso nos obliga incluso a revisar los parámetros de «éxito», o «fracaso».
Y el nuevo milenio podrá ser tanto el regreso de la barbarie, una especie de Edad Media altamente tecnologizada o el surgimiento de una nueva y autentica Ilustración basada en una reconsideración sobre la objetividad del tiempo y el reencuentro de la razón con los sentidos.
Luis Mattini
Valoraciones
No hay valoraciones aún.