El protagonista de esta obra, Jerry, vuela como instructor de un alumno, el cual realiza una falsa maniobra y provoca el accidente en el que el joven muere y Jerry sufre horribles quemaduras en la cara, que lo dejan desfigurado. Ello es causa de un gran complejo de inferioridad. Retraído, vive solitario, reprimiendo su inmenso anhelo de afecto humano. Cierto día emprende un vuelo llevando a bordo una pasajera de doce años. De pronto empeora el tiempo y el piloto se ve obligado a desviarse de su ruta habitual para encontrar un paso entre las nubes y la ventisca que azota el aparato. Entonces le falla el motor y se ve obligado a realizar un aterrizaje forzoso en un trozo llano que ve en la ladera de una montaña cubierta de nieve. El aparato resulta completamente destrozado, aunque el piloto queda ligeramente herido en un brazo; en cambio, la pequeña pasajera sufre una lesión en la espalda. Jerry, con parte de la lona del fuselaje y las sacas del correo, construye un precario refugio… Obra bien escrita y detallista, revela la ruda candidez de un Jack London. La figura del piloto, con su problema, es algo realmente antológico.