En todo el ámbito de la lengua castellana, sin duda ningún poeta ha alcanzado jamás tan grande difusión e influencia como Pablo Neruda. En estas Memorias póstumas Neruda cuenta los hechos más significativos de su vida, desde su infancia como hijo de un obrero ferroviario en Temuco, al sur de Chile: sus primeras lecturas -Buffalo Bill, Salgari-, su encantamiento con Gabriela Mistral, su introducción a Tolstoi, Dostoievski, Chéjov y Baudelaire; las prolíficas publi- caciones literarias. Neruda describe sus viajes como cónsul a Birmania, Ceilán, México, sus años en España -donde nació y murió su hijita-. La guerra civil española y la muerte de García Lorca; el compromiso político, su oposición desde el Senado a un gobierno represor y la consiguiente persecución en su país mientras escribía Canto general. El incansable peregrinaje por el mundo hasta que pudo regresar a Chile. Su relación con Barrault, Asturias, Girondo, Fernand Léger, Siqueiros, Rivera, Picasso, Alberti, Elouard, Aragon, Nancy Cunard, y la tempestuosa vida artística europea. Su admiración por Maiakowski, Lautréamont y Miguel Hernández. Neruda habla de sus mujeres, en especial de Matilde Urrutia, y también de Fidel Castro, Stalin y Allende. Neruda, verdadero protagonista de este siglo tuvo el tiempo justo de terminar estas brillantes y apasionadas memorias pocos días antes de su muerte.