El monje Giordano Bruno fue quemado en la hoguera por decir que las estrellas son soles con planetas a su alrededor. Igual suerte corrió el aragonés Miguel Servet, por creer en la circulación de la sangre. Hoy ya nadie va a la hoguera por sus creencias heréticas, pero siguen existiendo ideas y hechos «condenados» por el establishment científico. De estos «hechos condenados» se ocupa este libro. Desde los ovnis hasta las manifestaciones paranormales del ser humano; desde la posible existencia de grandes animales desconocidos hasta hechos de nuestro pasado que desafían una explicación convencional, como el de las astronaves de Ezequiel o el de los ovnis en la Prehistoria y los mapas de Piri Reis… El libro se ocupa también de grandes visionarios y precursores del futuro, como Julio Verne, Cyrano de Bergerac y Narciso Monturiol (inventor del proyectil tipo Polaris), entre otros.
Es un libro ameno y fascinante, que se lee de un tirón, y que abre las puertas de un mundo desconocido, pero que «está aquí», con nosotros… aunque los pontífices del saber oficial y anquilosado se nieguen a verlo. Libro que se adelanta a su época, como casi todos los que escribe este hombre transido de futuro que es Antonio Ribera.