«Chutzpah» significa osadía, seguridad, firmeza para reclamar lo debido y desafiar la tradición y la autoridad. A partir de los múltiples casos que debió enfrentar en la corte, de los sucesos históricos que analizó y de su propia experiencia privada, Dershowitz hace gala en estas páginas de su «chutzpah» para examinar cuestiones candentes tales como el antisemitismo (al que llama «judeopatía»), la integración, el Holocausto, el Sionismo, la situación de los judíos en la ex Unión Soviética y las tormentosas circunstancias en el Medio Oriente. Su análisis de los roles e identidades de los judíos que habitan en todo el mundo comienza con un cuestionamiento de su propia identidad en tanto «judío americano cincuentón de este fin de siglo» y lo lleva desde el Israel actual hasta Brooklyn, Harvard y la televisión norteamericana.
Historia privada a la vez que universal, en Chutzpah Dershowitz también nos cuenta las dificultades de haber crecido como judío ortodoxo en Brooklyn, de haber padecido discriminación racial en los grandes estudios de Wall Street y de haber sido «el primer judío judaico en Harvard».
Dijo Saul Bellow de Chutzpah: «Alan Dershowitz es un defensor ejemplar de las libertades civiles, y su mensaje a los judíos es que una ciudadanía de segunda clase es intolerable. Su mente es veloz y aguda, y sus argumentos, poderosos. Este es un libro valiente y fundamental».